Figura coleccionable de un Kasai Rex. |
Por Daniel Galarza Santiago
El Kasai Rex es un presunto dinosaurio carnívoro que habita en alguna parte de la actual República Democrática del Congo. Es catalogado por la mayoría de los criptozoólogos como un pseudocríptido que parece fascinar más a los creacionistas y los fans de leyendas por internet, que a los criptozoólogos que intentan vender una imagen de su campo más cercana a la ciencia y alejada de los magufos. Se supone que fue "visto" por primera (y hasta donde sabemos, única) vez en 1932, según reportó una nota del Rhodesia Herald en aquella época. De acuerdo al artículo, el terrateniente sueco John Johnson viajaba, junto a su sirviente, en el valle de Kasai, en el antiguo Congo Belga. En el viaje, Johnson y su sirviente avistaron un rinoceronte e intentaban pasarlo sin alterarlo; pero justo en ese momento, una clase de lagarto gigante aparecería de entre los árboles atacando al desprevenido mamífero. Johnson caería desmayado mientras que su sirviente saldría huyendo. Para cuando recobró el conocimiento, Johnson se encontraría con esta criatura alimentándose del rinoceronte.
Johnson describió al reptil como "rojizo de color, con franjas negruzcas", con una mandíbula enorme con varios dientes, de unos 13 metros de largo y patas gruesas que le recordaba a los leones, que están adaptados a la velocidad. Johnson admitiría que el animal parecía nada menos que un Tyrannosaurus rex, aunque con el tiempo también se ha sugerido que podría ser un varano gigante o un Tarbosaurus. Como no es sorprendente, la historia del Kasai Rex ha sido poco aceptada, incluso por parte de la comunidad de criptozoólogos, relegándolo a la curiosa clasificación del "pseudocríptido". Pero, ¿cómo podemos estar casi seguros que el Kasai Rex no existe? Por más que nuestro corazón desee un Jurassic Park en el Congo, la historia de este monstruo tiene todos los elementos identificables de una broma.
En primer lugar, no existe registro de algún dinosaurio o cualquier otro lagarto que haya existido alguna vez en el Congo con el tamaño suficiente para atacar un rinoceronte (el T. rex vivió en lo que hoy es América del Norte, bastante lejos del Congo). Es cierto que en África se han encontrado los dinosaurios terópodos más grandes, como Carcharodontosaurus y Spinosaurus, así como depredadores de menor tamaño, como el Chenanisaurus de Marruecos, pero estos dinosaurios, hasta donde sabemos, habitaron muy en el Norte de lo que hoy es África, para nada cercano a la actual República del Congo. Y eso sin mencionar que tienen más de 66 millones de años extintos, según lo que sabemos.
En segundo lugar, no se tienen evidencias de la existencia del tal John Johnson (en ocasiones escrito "Johanson"). Es bastante curioso que un testigo de algo parecido al T. rex solo llamara la atención de un único periódico no muy popular. Se supone que existen dos fotografías que evidencian la historia de Johnson, pero ambas han sido catalogadas como vulgares fraudes.
La primera muestra un T. rex típico de las primeras películas de dinosaurios de stop motion, presuntamente alimentándose de un rinoceronte, fácilmente comparable con el "dinosaurio" de la película The Ghost of Slumber Mountain (1918), también parecido al T. rex en The Lost World (1925) o con The Valley of Gwangi (1969). Para Richard Freeman, director zoológico del Centro de Zoología Forteana, el mejor candidato es el T. rex de la película Dinosaurus! (1960)[1]. La segunda (presuntamente más antigua que la anterior) parece mostrar solo un varano en una clase de río o pantano; lo más seguro, como algunos aseguran, es que se trata de una foto de un varano pegada a un paisaje con un rinoceronte muerto, ya que el animal aparece demasiado blanco y brillante en contraste con todo lo demás.
Tampoco es sorprendente que no exista un solo indicativo ecológico o biogeográfico de un depredador de ese tamaño, que desplazaría poblaciones enteras tanto de presas potenciales como de otros depredadores. Hasta donde sabemos, no existe alguna leyenda o mito regional que haga referencia a una criatura como la descrita en 1932, por lo que puede fijarse ese año como el nacimiento de este mito.
Kasai Rex, aunque divertido, está catalogado como una de las mayores fantasías de la criptozoología, sostenida con mucho énfasis por un grupo curioso dentro de esta pseudociencia: los criptozoólogos creacionistas, ansiosos por demostrar que los dinosaurios coexistieron con los humanos. Así, el sitio creacionista True Authority[2] concluye con la clásica apelación a la ignorancia que tenemos sobre el mundo salvaje africano mezclado con el cliché de los programas de misterio del "usted tiene la última opinión":
La credibilidad del Kasai Rex queda para que el lector decida. Las regiones de África central, específicamente el pantano de Likouala, una región que cubre un área del tamaño de Florida, aún permanece en un 80% sin explorar. Los informes de dinosaurios continúan saliendo de estos lugares, y hasta que hayamos buscado adecuadamente en esta tierra de lo desconocido, esta tierra ubicada en el "Continente Oscuro", es posible que nunca sepamos si la figura más popular del mundo de los dinosaurios todavía camina por la tierra hoy.Entrada revisada por Fernando Jorge Soto Roland, Roberto Díaz Sibaja y Luis Ruiz Noguez.
Véase también: Burrunjor; Creacionismo y 'ciencia' creacionista; Dinosaurios y humanos coexistiendo; Emela-ntouka; Gauarge; Gigantopitecus; Iguanodón de Nueva Guinea; Kawuk; Kongamato; Mapinguari; Mbielu-Mbielu-Mbielu; Megalania; Megalodón; Mokele mbembe; Monstruo de Arica; Muhuru; Nessie; Ngoubou; Nguma-monene; Reportes de mamuts vivos; Ropen; Tilacino.
Otras referencias
"La segunda foto Kasai Rex", por Richard Freeman, traducción por Luis Ruiz Noguez, blog Marcianitos verdes.
"Kasai Rex", Wikipedia.
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Última actualización 21/06/2020.
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