En ufología
los anillos de las hadas son anillos de crecimiento o, por lo contrario,
de bajo crecimiento o completamente áridos de la vegetación, causados por un
aterrizaje o despegue de un ovni. También se
les conoce como salones de baile de las
hadas, terrenos de las hadas, cohortes de hadas, carros de brujas o anillos de
brujas. Solían estar relacionadas con la actividad de brujas, duendes y hadas en otros tiempos.
Según los ufólogos, estos extraños círculos
en el pasto son evidencia residual de ovnis
pues, se dice, los anillos de las hadas presentan niveles anormales de
radiación. Por lo tanto, se llegan a clasificar como un encuentro del segundo
tipo. Dentro de esta clasificación también se encuentran los círculos de hielo y los mundialmente famosos círculos de cosecha.
Curiosamente los únicos casos donde se
registran anomalías dentro de los anillos
son los casos que no fueron analizados por científicos, y solo fueron
‘investigados’ por ufólogos y adeptos del fenómeno ovni. No hay ningún caso en
el que se detectaran anomalías radiactivas confirmadas por especialistas en
geología, botánica, química o cualquiera que tenga relación directa con la
investigación científica.
En
otras épocas, la presencia de estas bandas anormales de vegetación se atribuía
a diversos agentes, tales como los relámpagos, las hormigas, los caracoles, las
pacas de heno que se apilaban en los campos, etcétera. Para la mentalidad
supersticiosa de la Edad Media esto era obra del diablo o “cosas de brujas”. Se decía que eran generados por bocanadas de
vapores subterráneos, provenientes del infierno, o que el diablo mismo había caminado durante la noche dejando su
huella mientras batía su mantequilla.
La teoría de que los
anillos eran producto de los relámpagos fue muy socorrida en el siglo XVIII. El
padre Marranzino cita un pareado
de Erasmus Darwin (1731-1802),
abuelo del naturalista inglés Charles Darwin, que en 1789 escribía:
“De oscuros nubarrones salta veloz el rayo hendiendo el fuerte roble o haciendo el corro mágico”.
Lo único que se ha podido concluir con las
investigaciones serias, es que los anillos no son producidos por brujas, o por el diablo. Tampoco por duendes y mucho menos por
extraterrestres. Los hongos en el suelo, como el Marasmius oreades, entre otros, parecen
ser los causantes de los anillos. Dichos hongos provocan que el césped crezca o
muera en una forma circular.
Véase También: Círculos de Cosecha; Círculos de Hielo; Encuentros
Extraterrestres; Ovni; Residuos de Ovnis.
Fuente:
* "Anillos de las hadas", por Luis Ruiz Noguez, Marcianitos verdes.
Otras lecturas
* "Fairy rings", Royal Horticultural Society.
* "In debate over origin of fairy circles, both sides might be right", por Susan Milius, Science News.
Entrada anterior: Angkor Wat.
Siguiente entrada: Anillo de vórtice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario