Richard Dawkins en su Cuento del antepasado. Un viaje a los albores de la evolución (2004) rastrea numerosos fósiles de transición, a los que el autor llama comcestros, una contracción de ancestros comunes. El comcestro es el último antepasado común compartido por una categoría completa de organismos. Dawkins comienza desde Homo sapiens hacia atrás, cuatro millones de años en el pasado, hasta llegar al origen de nuestra herencia y la aparición de nuestra especie en la evolución. En el libro se demuestra que ningún comcestro puede, por sí mismo, demostrar la realidad de la evolución biológica (error conocido como falacia del fósil), pero que todos los comcestros juntos revelan la majestuosa historia de este proceso a lo largo del tiempo.*
Los creacionistas parecen ser incapaces de comprender tan sencillo concepto, esperando siempre que un biólogo les muestre un eslabón perdido, estilo crocoduck, para así considerar que la evolución biológica es una mejor explicación que un ser sobrenatural sin mucho qué hacer que decide crear la vida de la nada en un punto insignificante del universo. De hecho, podemos asegurar que creacionistas estilo Ken Ham o Ray Comfort, aún cuando un término como el de eslabón perdido tuviera algún sentido (y un referente en el mundo real), es bastante improbable que aceptaran la existencia de la macroevolución, pues como bien lo han declarado, su oposición a la biología evolutiva no es un asunto sobre la verdad en ciencia, sino una cuestión de fe: la Biblia no menciona la evolución biológica, ergo, no puede ser cierta.
Véase también: Biología evolutiva; Eslabón perdido; Evolución; Falacia del fósil; Fósiles de transición; Richard Dawkins.
* El cuento del antepasado. Un viaje a los albores de la civilización, por Richard Dawkins, Antoni Bosch Editor, Barcelona, España, 2004.
* "Las mentiras del creacionismo", por Manuel Dos Santos, blog La ciencia y sus demonios.
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