Por Daniel Galarza Santiago
El escorpión de Durango o alacrán de la celda 27 es un arácnido mitológico de una leyenda urbana de aquel estado mexicano, donde también se exhibe el presunto ejemplar en el Museo Túnel de Minería. Este alacrán es el antagonista de una leyenda local donde, según se cuenta, los presos de la celda 27 de la antigua penitenciaría de Durango siempre amanecían muertos inexplicablemente. Se supone que un preso, apodado "Juan sin miedo", fue el quien descubrió al animal, teniendo unos imposibles 30 cm de largo y siendo un escorpión agresivo con sed de sangre humana cada que la prisión quedaba completamente a oscuras.
La leyenda es lo suficientemente fantástica como para ser tomada en serio (puede ser que se basara en algunos hechos reales, por ejemplo, que se tratara de un lugar donde los presos perdían la vida por picaduras letales de escorpiones y la falta de atención médica adecuada), por lo que se vuelve un atractivo morbo de la región, y qué mejor para un lugar que contar con su propio críptido, teniendo incluso el presunto cuerpo del monstruoso arácnido.
Algunas cuentas sensacionalistas y portales de criptozoología hablan del presunto espécimen como real o posiblemente real (otorgando el "beneficio de la duda" porque "no se le han hecho estudios científicos"[1]). Se trata de un cuerpo de un escorpión real, con patas y tenazas de cangrejo añadidas. En un tuit, el portal @Arachno_Cosas[2] mostraba el armado, señalando además que la parte delantera del presunto escorpión parece ser otro escorpión encimado al cuerpo original.
Sin embargo, algo a destacar, es que el monstruo que se encuentra en exhibición actualmente, es considerado falso y así es tal cual lo anuncian dentro de dicho museo[3]. Los creyentes en la leyenda podrían decir que en realidad podría ser que la especie de 30 cm existe y sigue merodiando en Durango. Lo cierto es que no existen escorpiones de ese tamaño en nuestro tiempo, y los escorpiones de importancia médica de la zona no rebasan los 15 cm de largo. Esto no ha impedido que la leyenda del escorpión se mantenga viva en la cultura popular de Durango, teniendo incluso un corrido llamado "La celda 27" cantado por el grupo Alacranes Musical[4].
Los escorpiones gigantes y sedientos de sangre humana solo existen como entretenimiento y como parte de los relatos tradicionales. Existen escorpiones de gran tamaño (no nativos de México), así como otros que se considera una potencial amenaza a la salud humana, pero para encontrar información confiable al respecto, lo mejor es acudir a portales especializados.
Véase también: Arañas gigantes.
Otras referencias
* "La misteriosa leyenda de la Celda 27 en Durango", en Milenio Digital.
* "Escorpiones de importancia médica-toxicológica en México. ¿Cómo reconocerlos a simple vista?", por Alejandro Valdez Mondragón y María Luisa Jiménez, en RedTox.
* "EL ALACRÁN DE LA CELDA 27 | Criptozoologia (REEDITADO)":
No hay comentarios:
Publicar un comentario